En su ensayo La edición como un género literario Roberto Calasso rompe con una de las percepciones más absurdas y anacrónicas que se pueden tener del proceso editorial. Él escribe: “los libros publicados por cierto editor podía percibirse como eslabón de una misma cadena, o segmento de una serpiente de libros, o fragmento de un solo libro compuesto de todos los libros publicados por ese editor”. Calasso se refiere al impresor italiano Aldo Manuzio, precursor del oficio editorial. Al remitirnos a su figura, lo que nos quiere decir es que sí, un editor forma un libro pero la palabra formar debe entenderse como una secuencia de acciones que va desde elegir los textos, los títulos del catálogo, los autores, las discusiones, los conflictos hasta planear estrategias de difusión, los materiales de impresión, entre otros menesteres. Lo que Calasso nos dice es que el editor también escribe, pero desde otras plataformas, combinando lenguajes. *** Al parecer muchos escritores